bloque 5
Sesión nº.27
Sesión nº.28 y 29
SESIÓN Nº27. Inclusión Social. Interculturalismo. Identidades. Derechos LGTBIQ+.
1. EL INTERCULTURALISMO
La inclusión social y el respeto por la diversidad y las identidades etnocultural y de género.
¿Qué es la cultura?
Para comprender qué es una cultura, la vamos a comparar con un árbol a través del siguiente ejercicio:
Un Árbol=Una Cultura
Cuando observamos un árbol, generalmente lo que primero vemos es su copa, a veces frondosa, a veces con flores, a veces con ramas largas, otras con ramas que ocultan el resto del árbol. Desde lejos es lo primero que vemos y nos asombra: hojas, colores, formas… Si nos acercamos y miramos más detenidamente nos percatamos del tronco… Fuerte y robusto algunas veces, delgado y frágil otras, retorcido, flexible… Diferente en cada árbol, pero preparado para sostener la copa, ramas, hojas, flores y frutos. Hay algo, de los árboles, que no vemos a simple vista: sus raíces, de las que toma los nutrientes de la tierra y con las que bebe. Están bien escondidas. Hay que acercarse mucho para ver los puntos de unión con el tronco, pero hay que excavar para verlas del todo.
En todas las culturas podemos distinguir, igualmente, las tres partes del árbol que hemos definido:
La copa de un árbol, es lo que se ve a simple vista, lo que más nos llama la atención del árbol. Es la cultura material:
– La comida y alimentación
– La danza, la música, el arte
– La vivienda y la ocupación del espacio
– El vestido
– La economía y producción
Las raíces, que dan sentido a la cultura, de las que se nutre y alimenta, es la cultura simbólica:
– Lengua, mitos y cuentos, historia del propio grupo, relatos culturales
– Lenguajes plásticos (lo que significa la danza, el canto, el tejido…)
– Religión: lo espiritual, ritos, celebraciones y creencias
– Ideas colectivas: ética y valores (dichos, refranes, usos y costumbres)
– Conceptos abstractos
– Manera de entender el mundo o cosmovisión
– Mentalidad
– Formas de educación y de transmisión cultura

El tronco es lo que sustenta a la cultura, la sociedad:
– Las leyes y normas que rigen la sociedad
– Las relaciones familiares
– Las relaciones de género
– Las relaciones con otros grupos
– Las relaciones de producción (intercambios)
– La organización social y política (autoridades, asambleas…)
Entonces, ¿qué es la cultura?
Pues para la UNESCO, cultura es el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o un grupo social. La cultura engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.
Características de la cultura:
Es aprendida y compartida con el resto de los miembros de un mismo grupo social. Los valores, creencias, símbolos, normas… pasan a formar parte de la persona a través de la socialización. No se puede hablar, por esta razón, de personas sin cultura o de personas que tienen más una cultura que otra.
Es un todo integrado y complejo, una estructura que tiene su orden propio, en el que sus elementos se interrelacionan unos con otros en un sistema integrado. En este sistema si cambia una parte cambia el todo: todos sus elementos interactúan y se modifican constantemente.
Es simbólica, un sistema de interpretación y significación de la realidad, que se articula y manifiesta a través de símbolos y expresiones comunes en la misma cultura
Es diversa al interior de sí misma, heterogénea, puesto que existen diversos modos de pertenecer según los grupos en los que uno/a participa (edad o generación, género, posición económica o clase, ocupación, procedencia u origen, etnia, religión, etc.) y por tanto no está exenta de contradicciones y tensiones internas
Es dinámica y cambiante, ya que tiene que adaptarse a los desafíos naturales y sociales que se producen a lo largo del tiempo y de la historia. Además, todas las culturas están expuestas a otras culturas, produciéndose influencias mediante diferentes procesos:
– Aculturación: que es la adopción de algún rasgo proveniente de otra cultura.
– Deculturación: que es la pérdida de algún rasgo de la propia cultura. (En ambos casos no significa la pérdida ni el cambio de identidad, sino la adaptación a un mundo cada vez más comunicado y articulado).
– Transculturación: que se produce cuando la transformación (por adopción o pérdida de rasgos culturales) es tan grande que implica un cambio de una identidad cultural a otra
A través del proceso de socialización compartimos un conjunto de costumbres, códigos, símbolos, valores, creencias, etc., que nos hacen sentir parte integrante del grupo social al que pertenecemos. Por otro lado, somos conscientes de nuestra pertenencia a un grupo, porque compartimos sus expresiones culturales; del mismo modo, las personas que forman el grupo reconocen que somos parte de él. Estos sentimientos de pertenencia y reconocimiento dentro de un determinado grupo cultural son los que conforman una buena parte de nuestra identidad como personas: la identidad cultural.
Valorar lo propio, reconocer y aceptar los rasgos que caracterizan la cultura a la que cada uno pertenece y tomar conciencia de la propia identidad y de la propia identidad cultural (las características y rasgos compartidos con otras personas) es tan necesario como comprender y tener una actitud de apertura hacia la diversidad, hacia lo diferente, hacia lo distinto, hacia las otras personas y sus identidades y pertenencias. Nuestra identidad cultural se construye en la relación con otras identidades culturales
Diversidad cultural
Es la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades, es la norma.
En nuestras ciudades, en nuestro bloque de edificios, en nuestro colegio, convive gente de diversas culturas. Las sociedades multiculturales, se caracterizan por la presencia o coexistencia de personas y poblaciones de diverso origen cultural en un mismo territorio.
Se establecen relaciones entre las diferentes culturas, unas positivas y otras negativas, es decir, no hay un único modelo de convivencia e integración.
Existen diversas opciones éticas y políticas que definen el tipo de relaciones y las pautas de convivencia social entre los distintos grupos que comparten un territorio:
Asimilación.
Un grupo o una cultura es incorporada en otra, es decir, adopta sus manifestaciones culturales (lengua, valores, costumbres…). Esto tiene como consecuencia la pérdida de la diversidad cultural y que siempre haya una cultura dominante que se valora como superior o más adecuada para el contexto.
Fusión cultural.
La aportación de todos los grupos culturales da lugar a la formación de una cultura nueva y diferente. El resultado es la pérdida de las culturas de origen. Sin embargo, las aportaciones que realiza cada grupo no tienen por qué realizarse en igualdad de oportunidades. Es decir, unas culturas pueden valorarse como superiores o más adecuadas y predominar en la nueva cultura.
Segregación.
Los grupos culturales están totalmente separados según su procedencia. Se generan procesos de guetificación y por tanto de marginación de las culturas minoritarias. No existe convivencia sino diferenciación, rechazo, separación y segregación social.
Pluralismo cultural.
Las culturas se relacionan sin perder su diferencia ni fusionarse unas con otras. Las culturas son valoradas en condiciones de igualdad. En este modelo de convivencia se busca la integración, la adaptación de las diferentes culturas. Dentro del pluralismo cultural podemos distinguir:
- Multiculturalismo: que pone énfasis en proteger las diferencias y particularidades.
- Interculturalidad: que le da mayor importancia a buscar puntos de encuentro entre las diferentes culturas.
La Interculturalidad
La convivencia intercultural es una apuesta por construir relaciones basadas en el diálogo, el encuentro, el respeto, el aprendizaje mutuo entre las distintas culturas presentes en una sociedad.
La interculturalidad consiste en que nos acerquemos a personas de otras culturas, teniendo en cuenta sus puntos de vista. Propone el encuentro basado en el respeto mutuo y en el reconocimiento de nuestra igualdad. Las relaciones interculturales pueden provocar conflictos, tensiones, choques, para ello es necesario que pongamos en práctica actitudes de escucha, diálogo, empatía, es decir, que seamos capaces de ponernos en el lugar de las otras personas.
La Interculturalidad, se refiere a la presencia e interacción equitativa de diversas culturas y a la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo. Sin embargo, comprender una cultura, no significa tener que aceptar todas las prácticas, costumbres, etc. El límite está en el respeto a la dignidad de la persona, los derechos humanos y las normas y valores que protegen la convivencia, la igualdad de oportunidades y el bienestar social.
A veces en la convivencia con otras culturas tenemos actitudes ante las otras personas que ponen en peligro y obstaculizan dicha convivencia. En muchos casos los obstáculos a la convivencia intercultural se mezclan con otras dimensiones que van más allá de la cultura, como la situación socioeconómica o la jurídica que también hemos de tener en cuenta.
Etnocentrismo:
Es la tendencia a considerar superior la propia cultura y a aplicar los propios valores culturales para juzgar el comportamiento y las creencias de personas de otras culturas.
Xenofobia:
Es el miedo, recelo o rechazo hacia la persona extranjera. Los factores que la producen o explican son rechazos de tipo laboral, racial, religioso, político. Sólo se llega a la aceptación cuando existe acomodación a los valores sociales y culturales de quien los rechaza.
Relativismo cultural:
Desde esta posición se argumenta que ninguna cultura puede ser juzgada o valorada desde fuera o con los patrones de otra, pero conlleva el riesgo del “todo vale”. Los Derechos Humanos desafían al relativismo cultural al proponer unos valores universales que están por encima de las culturas existentes.
Racismo:
Considera que las personas de determinada raza son superiores en algún aspecto a los de otra raza y justifica las situaciones de dominio, rechazo o agresión entre ellas.
Estereotipo:
El estereotipo es una imagen creada socialmente, es decir, una idea o juicio prefijado, con frecuencia desfavorable, sobre la forma de ser o actuar de otro grupo. Se caracteriza por basarse en generalizaciones.
Discriminación:
Implica un trato desfavorable a una persona o colectivo por motivos, raciales, políticos, religiosos, culturales o sociales.
Prejuicio:
Es la formulación de un juicio o valoración que se basa únicamente en el uso de estereotipos y no en hechos reales o comprobados, sin tener en cuenta el comportamiento individual de las personas. Las personas de un mismo grupo actuarán de acuerdo a un estereotipo marcado, sin tener en cuenta la individualidad de cada una de las personas que forman dicho grupo.
Marginación:
Se produce cuando una persona o un grupo de personas no son consideradas parte de un determinado grupo social. Implica la exclusión de la sociedad y la imposibilidad, por tanto, de participar en la misma.
Para construir interculturalidad tenemos que:
- Reconocer la existencia de vínculos, valores y puntos en común entre diferentes culturas.
- Reconocer que las culturas se necesitan unas a otras y son interdependientes, se desarrollan en la interacción y el cambio.
- Examinar críticamente los valores y antivalores de nuestra propia cultura.
- Buscar puntos de convergencia e intereses comunes que pueden construir una unidad en la diversidad.
- Tener voluntad y disposición de aprender de las otras personas y grupos culturales.
- Prevenir los conflictos y, si surgen, poner los medios para regularlos, con énfasis en los aprendizajes que de ellos surjan.
- Superar el etnocentrismo, dialogando y discutiendo los rasgos culturales que nos interesen o afecten.
- Fomentar el respeto activo hacia las demás personas.
- Luchar contra la discriminación cultural, étnica, de género, económica o de cualquier otro tipo
2. LOS DERECHOS LGTBIQ+
Según el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Esto quiere decir que todas las personas tenemos los mismos derechos humanos inalienables. Según el derecho internacional de los derechos humanos, todos los Estados tienen la obligación de promover y proteger los derechos humanos de todas las personas, sin discriminación alguna. Sin embargo, esto no se cumple para muchas personas en la realidad de su vida cotidiana. En todo el mundo, las personas se enfrentan a violencia, estigma y discriminación, ya sea por el color de su piel, porque viven con una discapacidad, por su edad, su género, sus convicciones, por su orientación sexual o por su identidad de género.
En todas las culturas podemos distinguir, igualmente, las tres partes del árbol que hemos definido:
¿Cuáles son algunas de las formas más comunes de violación de los derechos humanos que afectan a las personas LGTBIQ+?
Las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, intersexuales y con orientación sexual, identidad y expresión de género y características sexuales diversas (LGBTIQ+) pueden sufrir discriminación, persecución y violencia, a veces a diario. En ciertos países, las relaciones entre personas del mismo sexo están criminalizadas, a veces castigadas con la muerte. Muchas personas LGBTIQ+ no tienen más remedio que buscar protección en otro lugar, pero incluso en los países de asilo pueden enfrentar el estigma y el abuso.
Según la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas hay diferentes formas de vulnerar los derechos humanos contra las personas por motivos de su orientación sexual y su identidad de género. Algunas son:
- Agresiones violentas, que abarcan desde el abuso verbal agresivo y la intimidación psicológica hasta la violencia física, la tortura, el secuestro y los asesinatos selectivos.
- Leyes penales discriminatorias, usadas a menudo para hostigar y castigar a las personas LGTBIQ+, en particular las leyes que tipifican como delito las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, que violan el derecho a la privacidad y a la no discriminación.
- Restricciones discriminatorias a la libertad de expresión y restricciones al ejercicio de los derechos de libertad de expresión, asociación y reunión, en particular leyes que prohíben la difusión de información sobre la diversidad sexual y de género.
- Trato discriminatorio, que puede ocurrir en una variedad de entornos cotidianos, incluidos lugares de trabajo, centros educativos, hogares y centros de salud. Sin leyes nacionales que prohíban la discriminación por terceras partes por motivos de orientación sexual e identidad de género, ese trato discriminatorio sigue ocurriendo. En ese contexto, la ausencia de reconocimiento jurídico de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo o de la identidad de género de una persona también puede tener un efecto discriminatorio en muchas personas LGTBIQ+.
Principales obligaciones jurídicas de los Estados en lo relativo a la protección de los miembros del colectivo LGTBIQ+
Para proteger a los miembros del colectivo LGTBIQ+ de la violencia y la discriminación, no es preciso dictar un nuevo conjunto de normas o leyes de derechos humanos. Los Estados tienen la obligación legal de preservar los derechos humanos de todas las personas. Este principio, acreditado en el derecho internacional de los derechos humanos, se basa en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otros tratados internacionales conexos.
Esos compromisos fundamentales de los Estados en relación a la protección de los derechos humanos del colectivo LGBTIQ+ comprenden las siguientes obligaciones:
- Proteger a las personas de la violencia.
- Prevenirla tortura y los tratos crueles, inhumanos y degradantes.
- Derogarlas leyes que penalizan las relaciones con personas del mismo sexo y a las personas transgénero.
- Prohibir la discriminación con motivo de orientación sexual o identidad de género.
- Salvaguardar las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica de los miembros del colectivo LGTBIQ+.
Para promover los derechos de las personas LGTBIQ+ se pueden visualizar algunos videos de las Naciones Unidas:
ACTIVIDADES
ACTIVIDAD DE AULA
SESIÓN 27
ACTIVIDAD ADICIONAL
REFERENCIAS
- Interculturalidad_claves_para_entendernos.pdf (entreculturas.org)
- UNESCO. Conferencia Mundial sobre las políticas culturales, México, 1992.
- Artículo 4.8 de la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales.
- “NACIDOS LIBRES E IGUALES. Orientación sexual e identidad de género en las normas internacionales de derechos humanos”. Naciones Unidas. 2012. BornFreeAndEqualLowRes_SP.pdf (ohchr.org)